Una guía simple, pero poderosa, para proteger su desarrollo desde los primeros días

Hoy queremos hablarles de algo que parece muy simple… pero que no todo el mundo sabe hacer bien: ¿cómo cargar a un bebé recién nacido?

Muchos papás, después de un tiempo, nos dicen cosas como:
"¡Ay, nadie me explicó esto! Yo no sabía que podía afectar a mi bebé..."
Por eso, en Tool-be sí te lo contamos, porque aunque parezca obvio, la forma en que cargas a tu bebé hace una gran diferencia en su desarrollo físico y emocional.

¿Y si tengo miedo de cargarlo?

Es completamente normal.
Especialmente los papás hombres, que a veces sienten que sus manos son demasiado grandes o torpes, nos dicen que les da miedo cargar al bebé recién nacido.
“Lo veo tan frágil que siento que se me va a escurrir...”

La buena noticia es que no necesitas fuerza ni técnicas complicadas.
Tu bebé necesita sentir tus manos como un soporte firme, pero suave.
No se trata de apretarlo, pero tampoco de sostenerlo con inseguridad.

Tu confianza al cargarlo se convierte en seguridad para él.

¿Por qué es tan importante la contención en los primeros meses?

Durante los primeros 4 meses de vida, el contacto físico cercano —esa sensación de estar acurrucado, contenido, sostenido— es vital para el desarrollo emocional, neurológico y físico del bebé.

Muchas veces escuchamos frases como:
"No lo cargues tanto, que lo vas a malcriar..."
Pero eso no es cierto.

👉 Cargar a tu bebé no lo malcría. Lo regula, lo calma, lo conecta.

En esta etapa, tu bebé no manipula ni hace berrinches. Solo expresa lo que necesita.
Y una de sus mayores necesidades es sentir la contención emocional y física de su cuidador.

Sostenerlo en brazos regula su sistema nervioso, reduce el llanto, mejora el sueño, y le da una base segura para su autonomía futura.
Tu abrazo es su lugar seguro.

Entonces… ¿Cómo cargarlo correctamente?

Veamos dos puntos clave: la cabeza y las caderas.

1. La cabeza

Los recién nacidos no pueden sostener su cabecita por sí solos.
Por eso, es muy importante que al cargarlo, siempre la apoyes con una mano y la mantengas alineada con su cuerpo.
Este cuidado es esencial hasta que, alrededor de los 3 o 4 meses, el bebé desarrolle el control cervical.

2. Las caderas

Las caderas del bebé son aún inmaduras y vulnerables. Si no se cargan bien, se puede comprometer su desarrollo.

La forma más segura de cargarlo es:

• Pegado a tu pecho, con su abdomen contra ti

• Con la espalda en forma de “C”

• Y las piernas abiertas y flexionadas, con las rodillas más altas que los glúteos, formando una “M”

Esta posición se conoce como posición de ranita, y es la mejor para favorecer la salud de las caderas.

¿Por qué es tan importante esta postura?

Porque esta posición permite que cada fémur encaje de forma natural en la pelvis, y así se previene la displasia de cadera, una condición que puede generar problemas de movilidad si no se atiende a tiempo.

¿Qué se debe evitar al cargar a un bebé?

• No cargues al bebé con las piernas rectas hacia abajo.

• No lo dejes con las piernas juntas y colgando.

• Si usas un fular o portabebé, asegúrate de que sea ergonómico:
  que lo sostenga desde detrás de las rodillas hasta la espalda, manteniendo la postura en “M”.

¿Hasta cuándo se debe cargar con las piernas abiertas?

Te damos una guía rápida:

• De 0 a 6 meses: Es fundamental para el desarrollo de sus caderas.

• De 6 a 12 meses: Sigue siendo muy recomendable, especialmente con portabebés.

• Después del año: Aunque ya camina, sigue siendo ideal mantener esta postura al cargarlo cuando puedas.

En resumen…

Cargar bien a tu bebé es un gesto sencillo, pero lleno de impacto.
Es una forma de decirle sin palabras: “Te cuido. Te protejo. Te amo.”

Y si nadie te lo había contado…
Tool-be sí te lo cuenta.
Porque estamos aquí para acompañarte en cada paso de esta hermosa etapa.