Tener una pequeña huerta, puede convertirse en una experiencia muy agradable para toda la familia, pues podremos sembrar nuestras propias hierbas aromáticas y usarlas para bebidas o para sazonar los alimentos, además de algunas verduras de fácil crecimiento, que alegrarán la mesa con su sabor y color.
Este es un proyecto para compartir en familia, que nos sirve para enseñarle a los niños los ciclos y dinámicas de la naturaleza y asignarles pequeñas responsabilidades como el riego periódico o el retirar las malezas.
Hacer las huertas con los niños, es un gran apoyo para la alimentación, pues nos permite fomentar el consumo responsable de frutas y verduras y otros alimentos.
¿Cómo empezar?
Paso 1. Elige el espacio de tu casa en que vas a hacer la huerta. Idealmente debe recibir luz natural, tener algo de ventilación, una fuente de agua y algún desagüe cercanos para el drenaje.
Paso 2. Elige las materas o recipientes donde vas a sembrar. Puedes reciclar garrafas plásticas, galones, canastas, cajas de madera. Debes abrirles orificios en la base para la salida del agua.
Paso 3. Escoge las semillas o pequeñas plantas que sembrarás y la tierra para hacerlo.
Paso 4. Siembra las semillas en semilleros o germinadores, previamente preparados con la tierra (puedes utilizar cajas de huevo como germinadores). Allí nacerán tus plántulas (pequeñas plantas o plantas baby).
Paso 5. Trasplanta tus plántulas a las materas o contenedores definitivos. Si utilizas un recipiente grande para sembrar varias plantas, debes dejar espacio suficiente entre ellas para cuando crezcan. La distancia depende del tipo de planta que sembraste.
Paso 6. Riega tus plantas de acuerdo a las instrucciones del tipo de planta que sembraste. Cada planta puede requerir niveles diferentes de riego.
Paso 7. Una vez crezcan, cosecha y disfruta tus alimentos en deliciosas recetas.