¡Los seis primeros años de los niños, son años importantísimos en su desarrollo, pues es en este período cuando se forma la mayoría de la arquitectura de su cerebro!

En este tiempo se forman las bases para el desarrollo social, emocional, motor y cognitivo.

El 85% del cerebro de los niños se forma en los primeros 3 años

El desarrollo del cerebro depende de factores genéticos, de las situaciones particulares en la gestación y de las experiencias que cada niño vive a través de la relación con el entorno y en la interacción con padres, otros adultos y sus pares

El vínculo y un entorno seguro son la base para el adecuado desarrollo de los niños.

El movimiento, el juego, la exploración de sensaciones y la construcción de lazos afectivos son esenciales en estos primeros años, pues a través de estos, los niños aprenden a conocer y controlar su cuerpo e identifican cómo funciona, conocen cuáles son sus capacidades y sus límites, aprenden a interactuar con los demás, con los objetos y a relacionarse con su entorno; fortaleciendo su autoestima, su autocontrol y la construcción de su identidad.

   Es deseable que los adultos cuidadores, tengan un rol activo.

¿Qué queremos decir con esto?

Que vayamos más allá de los cuidados mínimos que requieren los primeros años de vida (higiene, alimentación, hábitos), para involucrarnos en la construcción de momentos significativos emocionalmente para niños y adultos, y promotores del desarrollo de los niños en todas sus dimensiones.

Los movimientos corporales ayudan al niño a comprender cómo funciona su cuerpo, controlarlo y usarlo para relacionarse con su entorno