Estudios dicen que, al escuchar el ritmo musical, los niños naturalmente realizan movimientos corporales simples, tales como: palmear, caminar, correr, balancearse y saltar.
El elemento rítmico es un organizador del movimiento, por lo tanto, ayuda a los niños en su coordinación motora. Un ritmo simple y repetitivo aporta orden y estructura.
Para ayudarle a tus hijos a desarrollar el ritmo musical te proponemos las siguientes actividades:
Sentados en el piso y con tus hijos en el regazo, escoge canciones que inviten a hacer balanceos. Al ritmo de la música, empieza a balancearte hacia un lado y el otro al ritmo de la música. Te recomendamos hacerlo con “Tú mi angelito” y “Rema mi barquito”.
Si tu bebé ya camina puedes realizar la actividad de pie balanceándote de un lado a otro, alternando el apoyo en los pies.
Con canciones que tengan un ritmo más marcado, camina, corre y salta al ritmo de la música. Puedes hacerlo con “Poomba que retumba”, “Caminan las hormigas” y “María Fumasa”, “Paco mi caballo”. Si tu bebé no camina, puedes cargarlo para realizar la actividad. Sentirá el ritmo a través de ti.
Escoge canciones de velocidades diferentes: rápidas y suaves. Juega haciendo palmas o tocando instrumentos de percusión llevando el ritmo de cada una de ellas. No te preocupes si tu bebé no sigue el ritmo, poco a poco lo interiorizará. Lo importante es que te escuche y te vea a ti.Todos las canciones de Tool-be te servirán.
¡Colecciona con cada Toolbox un instrumento de percusión!
Baila, canta y disfruta con todo tipo de música. Los diversos géneros enriquecen el pensamiento musical de los niños, pues tienen sonoridades, métricas y ritmos diferentes.
Las rimas tienen ritmo, por lo tanto también son una herramienta muy valiosa para el desarrollo del ritmo.
Con el Sistema Tool-be aprenderás actividades y canciones que ayudarán a tus hijos a crecer felices.
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