3 Factores que influyen en el neurodesarrollo infantil
3 Factores que influyen en el neurodesarrollo infantil
Existen tres factores principales que influyen en el neurodesarrollo infantil
Genética
Vínculo de afecto y estimulación adecuada dentro de un entorno protector
Nutrición adecuada
¿Cómo se da el desarrollo del cerebro en los primeros mil días?
Aproximadamente 22 días después de la concepción, inicia la formación del cerebro humano. La placa neural comienza a plegarse hacia adentro formando el tubo neural que luego se convierten en el cerebro y la médula espinal. Ya desde ese comienzo temprano los nutrientes como el ácido fólico, el cobre y la vitamina A son esenciales para el bebé.
Siete semanas después de la concepción (2 meses), la división celular comienza dentro del tubo neural, creando células nerviosas (neuronas) y células gliales (células que dan soporte a las neuronas).
Después de que se crea una neurona, ésta migra (se desplaza) a su lugar en el cerebro, donde luego crece en forma de prolongaciones (como unas ramitas y raíces) llamadas axones y dendritas. Estas proyecciones ramificadas son las encargadas de hacer conexiones con otras células, esto se llama la sinapsis, y es a través de estas conexiones que las señales nerviosas viajan de una neurona a otra.
Los estudios científicos han revelado que cerca de la mitad de todas las células que se producen en el cerebro son posteriormente eliminadas a lo largo de la infancia y la adolescencia, lo mismo que las uniones entre neuronas (sinapsis) que también se producen en exceso inicialmente y luego selectivamente se van eliminando.
Parte de este proceso de perfeccionamiento de las vías nerviosas depende de las experiencias del bebé, el afecto y estimulo que le proporcionan sus padres, cuidadores y el entorno en general, es muy importante que como padres y cuidadores sepamos que las células y las conexiones que se activan mediante estas interacciones se conservan y fortalecen, mientras que las vías y conexiones que no se utilizan son eliminadas. Esto es lo que se conoce como “plasticidad cerebral” y se cree que es uno de los principales mecanismos que permite que el cerebro se organice para adaptarse a su medio ambiente y se reorganizarse para recuperarse de lesiones durante el desarrollo.
Factores genéticos
La genética es el estudio de la herencia, el proceso en el cual los padres le transmiten ciertos genes a sus hijos.
La apariencia de una persona (estatura, color del cabello, de piel y de los ojos) está determinada por los genes. Otras características afectadas por la herencia son:
Probabilidad de presentar ciertas enfermedades
Rasgos personales y Capacidades mentales
Talentos naturales
Desde la neurociencia se afirma que el peso de la genética en los rasgos personales, como por ejemplo la inteligencia, la sociabilidad o el gusto por la novedad contribuye en un 40% a la personalidad del adulto, dejando la mayor carga del proceso al entorno y la nutrición.
Vínculo de afecto y estimulación
Todos los niños necesitan un cuidado cariñoso y sensible para alcanzar su máximo potencial de desarrollo, este es indispensable para un crecimiento y desarrollo saludable. El periodo comprendido desde la gestación hasta los 2 años de edad es decisivo, pues en este periodo, el cerebro es más sensible a las influencias externas.
Es por estas razones que la OMS y Unicef han lanzado las pautas para el cuidado cariñoso y sensible pues no solo promueve el desarrollo físico, emocional, social y cognitivo, sino que también protege a los niños pequeños de los peores efectos de la adversidad (malnutrición, hambre, violencia, negligencia y abandono). Produciendo beneficios que se extienden a lo largo de la vida y a la siguiente generación, tanto en salud como en productividad y cohesión social.
El cuidado cariñoso y sensible incluye las necesidades de los niños pequeños de buena salud, nutrición óptima, protección y seguridad, oportunidades para el aprendizaje temprano, y atención receptiva.
Los padres, las familias y otros cuidadores primarios son los principales encargados de proporcionar este cuidado, las relaciones seguras, estables y enriquecedoras entre padres construyen la base de un cerebro saludable.
La nutrición y el neurodesarrollo
Evidencia científica generada en modelos de investigación de formación de cerebros muestran claramente que muchos nutrientes son necesarios para el desarrollo del cerebro, específicamente en 5 procesos que a su vez son claves para el neurodesarrollo:
Proliferación de neuronas (multiplicación)
Crecimiento de axones y dendritas (ramificación de las neuronas)
Formación de sinapsis (conexión entre ellas) luego poda y funcionamiento de estas.
Mielinización (recubrimiento de las vías nerviosas para transmitir las señales)
Apoptosis neuronal (muerte celular programada).
Es muy importante que todos los nutrientes sean adecuados, balanceados, administrados en el momento justo, pero no sirve de nada que se brinde la mejor nutrición a los niños, si ellos no tienen un vínculo de afecto seguro y adecuado junto con un soporte emocional fuerte en su familia y en medio de un entorno protector.
El cerebro humano en formación requiere proteínas, glucosa, ácidos grasos esenciales y micronutrientes, para alcanzar su óptimo desarrollo.
El primer y mejor alimento con la proporción optima de estos nutrientes se llama “Leche humana” producida por la madre humana específicamente para cubrir todas estas necesidades fisiológicas en su bebé. Al introducir la alimentación complementaria es clave empezar con alimentos ricos en hierro, zinc, y proteínas de alto valor biológico, colina, vitamina B6 y ácidos grasos esenciales como el huevo y el pescado por ejemplo acompañados de frutas y verduras ricos en antioxidantes y vitaminas.
Alimentos ricos en nutrientes, una estimulación adecuada y un vínculo de amor fuerte son la receta secreta para potenciar el neurodesarrollo y las habilidades de tu bebé claves para la vida.