¿Cómo debe ser la alimentación de la madre gestante?
¡El principio básico del cuidado nutricional de la gestante es promover una buena nutrición, preservando la salud materna y garantizando un óptimo crecimiento y desarrollo del bebé!
El estado nutricional previo a la gestación es de gran importancia. Si este es bueno, los depósitos de nutrientes serán adecuados para suplir deficiencias durante este período.
En la gestación, las necesidades nutricionales se incrementan debido al aumento de las demandas para lograr el crecimiento del feto, la formación de nuevas estructuras como la placenta y el soporte del crecimiento de algunos órganos (útero, glándulas mamarias, sangre) así como la constitución de depósitos energéticos que aseguren las demandas durante el parto y lactancia.
La ganancia de peso ideal durante la gestación, se determina de forma individual, de acuerdo al Índice de Masa Corporal (IMC) previo a la gestación.
Las gestantes con bajo peso deben aumentar más kilogramos para recuperar su estado nutricional, mientras que las que comienzan con sobrepeso, deben limitar el aumento, aunque no se aconseja un incremento menor a 6 kg aun en casos de obesidad.
La OMS recomienda una ingesta adicional de 285 Kcal/ día para las mujeres que conservan su grado de actividad física y para aquellas que la reducen 200 Kcal/día.
Recomendaciones nutricionales para la gestante
- Nunca realices dietas excesivamente pobres en calorías. Estas predisponen a un aumento en la formación de cuerpos cetónicos, que en exceso pueden provocar daño neurológico al feto. Durante el embarazo no es momento para adelgazar, pero si de mejorar la calidad de los alimentos ingeridos y eliminar las comidas “extras”.
- ¡Respeta los horarios de comida! Esto ayuda a evitar comer grandes cantidades sin control, sobre todo de alimentos poco nutritivos.
- Aumenta la biodisponibilidad del hierro ingerido en los alimentos. Las carnes rojas tienen el doble de hierro que las blancas. Puedes también aumentar la absorción del hierro de legumbres y vegetales acompañándolos por alguna fuente de vitamina C (zumos cítricos o de guayaba naturales).
- Ya que es necesario un importante aporte de calcio, elige productos semi o descremados que aportan el mismo nutriente y menos grasa.
- Aumenta el consumo de frutas y verduras.
- Evita comer entre horas, sobre todo alimentos ricos en grasa y azúcares (azúcar común, golosinas, pastelería, refrescos).
- En caso de náuseas y vómitos, fracciona la alimentación comiendo porciones más pequeñas pero durante más veces en el día, consume los líquidos separados de los sólidos y evita alimentos grasosos.
- En caso de reflujo se deben seguir las indicaciones anteriores y evitar comer en las horas previas a acostarse.
- Si padeces de estreñimiento, bebe de 6 a 8 vasos de agua por día y consume alimentos ricos en fibra (vegetales, frutas, cereales integrales).
- Es fundamental un suplemento de ácido fólico desde el comienzo de la gestación (idealmente 3 meses antes de iniciar el embarazo). El médico de control prenatal te dará las indicaciones para el consumo.