La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento emocionante y lleno de expectativas. Sin embargo, es importante entender que los primeros días después del nacimiento pueden traer consigo una pérdida de peso en el bebé, lo cual puede preocupar a los padres. En este artículo, vamos a explorar por qué ocurre esta pérdida de peso y cuándo es de esperarse que el bebé la recupere.
¿Por qué los bebés pierden peso al nacer?
La pérdida de peso del bebé en los primeros días de vida es una parte completamente normal del proceso de adaptación. Hay varias razones detrás de esta pérdida de peso:
Eliminación de líquidos: Durante el parto, el bebé puede eliminar líquidos y residuos a través de la orina y las primeras deposiciones, conocidas como meconio. Esto puede dar la impresión de una pérdida de peso inicial.
Ajuste a la alimentación extrauterina: Una vez que el bebé nace, su sistema digestivo debe adaptarse a la ingesta de leche materna o fórmula. Esto puede llevar algún tiempo y afectar temporalmente la ingesta de alimentos del bebé.
Reservas de energía: Los bebés nacen con reservas de grasa que les proporcionan energía durante los primeros días de vida, antes de que su sistema digestivo esté completamente desarrollado y puedan alimentarse por sí mismos.
En ningún momento esta pérdida de peso debe ser asociada a que la mamá no tenga la producción de leche suficiente.
¿Cuánto peso es normal perder y cuándo se recupera?
La cantidad de peso que un bebé puede perder y el tiempo que tarda en recuperarlo puede variar, pero generalmente se considera que una pérdida de peso de hasta el 10% del peso al nacer es normal y esperada. Por ejemplo, un bebé que nace con un peso de 3.5 kilogramos podría perder hasta 350 gramos sin que esto sea motivo de preocupación.
En cuanto a la recuperación del peso perdido, la mayoría de los bebés comienzan a recuperarlo dentro de la primera semana de vida. Para la segunda semana, la mayoría ha recuperado su peso de nacimiento o está en camino de hacerlo.
¿Cuándo debo preocuparme?
Aunque la pérdida de peso inicial es normal, es importante estar atento a ciertos signos que podrían indicar un problema. Si la pérdida de peso del bebé continúa más allá de la primera semana o si muestra signos de deshidratación, letargo o dificultad para alimentarse, es crucial buscar ayuda médica de inmediato.
Apoyo durante esta etapa
Es fundamental que el bebé reciba el calostro materno durante los primeros días, pues este beneficia la expulsión del meconio (primeras deposiciones) y le aporta sustancias claves para defenderlo de infecciones respiratorias y digestivas. La lactancia materna debe darse a libre demanda o máximo cada 2 horas, y en las noches, si el bebé pasa más de 4 horas dormido, es indispensable despertarlo para alimentarse. Busca ayuda de un profesional de la salud si hay preocupaciones.
En resumen, la pérdida de peso del bebé al nacer es un proceso normal y parte de su adaptación a la vida fuera del útero materno. Con el apoyo adecuado y la atención médica cuando sea necesario, la mayoría de los bebés recuperan su peso perdido y continúan creciendo y desarrollándose de manera saludable.