Cuándo iniciar la alimentación complementaria: guía para un comienzo seguro y amoroso
El inicio de la alimentación complementaria es uno de los hitos más importantes en el desarrollo del bebé. No se trata solo de introducir alimentos diferentes a la leche, sino de abrir una nueva etapa en la que el niño aprende a comer, descubre sabores y texturas, y forma las bases de sus hábitos alimentarios para toda la vida.
¿A qué edad empezar?
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés que reciben lactancia materna exclusiva deben iniciar la alimentación complementaria a los 6 meses de edad, ya que hasta ese momento la leche materna cubre todas sus necesidades nutricionales.
Para los bebés con alimentación mixta (leche materna y fórmula), cuando la leche materna es el alimento predominante, también se recomienda comenzar a los 6 meses.
En el caso de los bebés que reciben fórmula infantil exclusiva o predominantemente, el inicio puede darse entre los 4 y 6 meses, pero nunca antes de los 4 meses ni después de los 6.
Este momento no depende únicamente de la edad, sino también del grado de madurez física, neurológica y emocional del bebé, que generalmente se alcanza hacia los seis meses. Por eso, la decisión final sobre cuándo iniciar debe tomarse con orientación del personal de salud que acompaña el crecimiento del bebé.
💡 Desde los primeros años establecemos los buenos hábitos de alimentación.
Condiciones asociadas a la madurez física
El cuerpo del bebé debe estar listo para recibir nuevos alimentos.
Su sistema digestivo y sus riñones necesitan haber alcanzado un nivel adecuado de madurez, lo cual ocurre entre los 4 y 6 meses.
Introducir alimentos antes de tiempo puede provocar enfermedades inflamatorias intestinales o alergias, ya que el intestino del bebé aún no tiene las defensas necesarias para procesar correctamente las moléculas de los alimentos.
A veces, por costumbre o mitos, se ofrecen alimentos antes de tiempo —como papillas, jugos, o infusiones naturales— para aliviar el estreñimiento o ayudar al sueño.
⚠️ Ten cuidado: el cuerpo de tu bebé no está preparado para recibir otros alimentos antes de tiempo.
También es importante recordar que no se debe agregar sal antes del primer año.
A los 12 meses, los riñones del bebé alcanzan solo entre el 75% y el 80% de la función renal de un adulto.
Agregar sal o alimentos salados puede afectar la salud de sus riñones y aumentar el riesgo de hipertensión más adelante.
Condiciones asociadas al neurodesarrollo
Para iniciar la alimentación complementaria, el bebé debe mostrar ciertas señales que indican que su cuerpo y su cerebro están listos para esta nueva etapa.
✔️ Sostiene bien la cabeza y puede mantenerse en posición sentado, al principio con apoyo.
✔️ Usa sus manos para coger objetos y llevarlos a la boca —una habilidad clave para la alimentación autónoma.
✔️ Ha disminuido o desaparecido el reflejo de protusión, ese movimiento automático con el que el bebé empuja con la lengua los alimentos hacia afuera.
✔️ Saliva con frecuencia y parece “saborear” los alimentos que ve comer a los demás.
Estas señales muestran que tu bebé ha alcanzado la madurez neuromotora necesaria para iniciar la alimentación complementaria de forma segura.
Preparar el camino antes de empezar
Aprende cómo preparar a tu bebé para la alimentación complementaria en este artículo.
En resumen
La alimentación complementaria marca el comienzo de una nueva relación del bebé con la comida.
Empezar en el momento adecuado —cuando su cuerpo y su desarrollo están listos— garantiza una experiencia positiva, segura y saludable.
Recuerda:
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Antes de los 4 meses, su sistema digestivo no está preparado.
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Después de los 6 meses, la leche ya no cubre todas sus necesidades.
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El acompañamiento del pediatra es fundamental para definir el momento exacto y el tipo de alimentos con los que empezar.
Si quieres aprender más sobre cómo iniciar esta etapa paso a paso, con recetas y recomendaciones prácticas, consulta nuestro libro Comer bien, crecer mejor 2.
Tu guía para vivir la alimentación complementaria de forma segura, amorosa y llena de aprendizaje.