Dientes

Los primeros dientes del bebé suelen empezar a salir entre los 4 y 7 meses de edad, pero pueden retardarse un poco por factores hereditarios y no es de preocuparse.

Aparecen primero los incisivos centrales inferiores y superiores, seguidos por los frontales. Luego aparecen los primeros molares, seguidos por los caninos y colmillos.

La salida de los dientes puede causar molestia en los bebés, llanto, irritabilidad, mucho babeo, fiebre de baja temperatura (máximo 38.3 °C) y muchas ganas de masticar elementos duros.

Podemos ayudarle a aliviar la molestia frotando o masajeando suavemente la encía con nuestro dedo. Los analgésicos que se frotan en las encías de los bebés no son necesarios pues desaparecen rápidamente.

Si las molestias continúan, recomendamos consultar con el médico pediatra.

Desde la primera semana de vida es necesario realizar el aseo de las encías y la lengua.

¿Cómo limpiarlos?

• Utilizamos una gasa que no suelte motas o una toalla limpia (que sólo se use para esta limpieza), o también utilizamos un pequeño dedal de silicona.
• Humedecemos estos elementos con agua hervida y los pasamos primero sobre los arcos de las encías y luego sobre la lengua. Esto debe hacerse entre 2 a 3 veces por día, para evitar acumulación de leche y generar hábitos de higiene oral.
• Cepillamos los dientes inmediatamente empiecen a salir con un cepillo suave para bebés. Podemos utilizar crema dental sin flúor para bebés, aunque lo más importante es la limpieza que realiza el cepillo.
• Es importante no dejar dormir al bebé con biberón a la hora de la siesta o en la noche, para evitar las caries.
• A medida que nuestro bebé crece, se vuelve cada vez más difícil la cepillada de dientes, por lo tanto, recomendamos cantar canciones, contar historias y entregarle al bebé otro cepillo para que juegue.