Rutinas para bebés: por qué son importantes y cómo empezar

Rutinas para bebés: por qué son importantes y cómo empezar

Rutinas para bebés: por qué son importantes y cómo empezar

La importancia de crear rutinas con tu bebé

Tener rutinas no significa vivir con horarios rígidos ni caer en la monotonía. Significa ofrecerle a tu bebé previsibilidad y seguridad, dos pilares fundamentales para su desarrollo emocional y para la tranquilidad de toda la familia.

Cuando los bebés saben qué esperar, se sienten más seguros. Y cuando tú tienes un orden en el día, puedes anticiparte a sus necesidades, reducir llantos y recuperar una sensación de control sobre tu tiempo.

El día a día se vuelve más tranquilo porque todos en casa saben qué viene, en qué momento y pueden disfrutar más los espacios juntos.

Rutinas y lactancia a libre demanda: ¡sí se pueden combinar!

Muchas mamás creen que si su bebé lacta a libre demanda, no es posible establecer rutinas. ¡La buena noticia es que sí se puede!

La lactancia a demanda asegura que tu bebé reciba alimento cada vez que lo necesita, y con el tiempo, el mismo bebé empieza a autorregularse.
En las primeras semanas las tomas suelen ser muy frecuentes (cada 2-3 horas), pero a medida que su estómago crece y succión se hace más eficiente, los intervalos entre tomas se alargan de manera natural.

Hacia los 2-3 meses, muchos bebés ya logran espaciar las tomas cada 3 o incluso 4 horas durante el día, siempre que estén ganando peso de manera adecuada. Por eso, la alimentación y el sueño se convierten en los ejes principales para crear una rutina que le dé ritmo y orden a su día.

 

Beneficios de tener una rutina

  • Bebés más tranquilos porque saben qué esperar.

  • Menos agotamiento para la mamá y el papá, que pueden organizar mejor su día.

  • Bebés que aprenden a dormir sin depender de comer.

  • Mayor conexión emocional, porque disfrutan los momentos de juego sin estar corriendo ni adivinando qué hacer después.

 

¿Qué rutina seguir?

En Tool-be recomendamos la rutina E.A.S.Y desarrollada por Tracy Hogg porque es simple, flexible y muy efectiva. Organiza el día del bebé en ciclos que se repiten varias veces y generan un ritmo predecible que le da seguridad y favorece su desarrollo.

  • E – Eat (Comer): el bebé se alimenta, idealmente al inicio del ciclo para no asociar la comida con quedarse dormido.

  • A – Activity (Actividad): un espacio en el que el bebé realiza alguna actividad: interacción, juego, baño, estimulación o simplemente cambio de pañal, exploración libre.

  • S – Sleep (Dormir): es el momento de la siesta o descanso.

  • Y – You (Tiempo para ti): mientras el bebé duerme, aprovecha para descansar, comer o dedicarte a lo que necesites.

Lo que más nos gusta de esta rutina es que el bebé se alimenta cuando se despierta, no justo antes de dormir. Esto ayuda a evitar que relacione el pecho o el biberón con quedarse dormido y, a largo plazo, le enseña a conciliar el sueño sin “muletillas”.

 

Consejos para implementarla, incluso si das lactancia a demanda

  • Observa primero: durante algunos días registra a qué horas suele comer y dormir. Esto te dará un punto de partida.

  • Empieza de a poco: no busques horarios exactos, solo sigue la secuencia E.A.S.Y.

  • Respeta sus señales: si tiene hambre antes de lo esperado, aliméntalo; si muestra sueño, llévalo a dormir.

  • Crea rituales: cantar la misma canción, bajar la luz o hablarle bajito le dará pistas de que llega la hora de la siesta.


Cómo identificar las señales de sueño

Cada bebé tiene su propio “lenguaje de sueño” y aprender a reconocerlo a tiempo hará que las siestas sean más fáciles y el bebé no llegue sobrecansado.

Señales tempranas (momento ideal para iniciar la rutina de sueño):

  • Mirada perdida o evita el contacto visual

  • Movimientos más lentos o menos coordinación

  • Se frota los ojos o las orejas

  • Empieza a bostezar

  • Párpados enrojecidos o ligeramente hinchados

Señales tardías (puede costarle más conciliar el sueño):

  • Llanto o irritabilidad sin causa aparente

  • Arquea la espalda o se agita con fuerza

  • Bosteza repetidamente

  • Succión ansiosa del dedo, chupón o puño

  • Hipo (en algunos bebés es señal de cansancio)

Recomendación Tool-be: actúa en las señales tempranas para que el bebé llegue relajado a la siesta. Si esperamos hasta que muestre señales tardías, puede estar sobrecansado y costarle más conciliar el sueño.

 


Mantén la rutina en todos los entornos

Una vez hayas establecido la rutina en casa, es fundamental que todos los cuidadores la sigan aplicando.
Si el bebé se queda con otra persona (abuelos, niñera, jardín) o cuando regresas al trabajo después de la licencia de maternidad, procura explicarles la secuencia E.A.S.Y y las señales de sueño de tu bebé.
De esta manera, el bebé seguirá sintiéndose seguro y estable, sin importar quién lo cuide, y su ritmo diario no se verá alterado.

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