¿Cuánto deben dormir los bebés y niños? Recomendaciones para cada etapa

¿Cuánto deben dormir los bebés y niños? Recomendaciones para cada etapa

¿Cuánto deben dormir los bebés y niños? Recomendaciones para cada etapa

¿Por qué cambia tanto el sueño de mi hijo?

Los adultos sabemos que el bebé está perfectamente a salvo en su cama, pero el bebé no lo sabe. Sentirse a salvo se aprende mediante la repetición frecuente del contacto con el otro, esto significa sentir a través del tacto y el olor que hay alguien alrededor.

Durante los primeros meses de vida disminuirán las horas de sueño de nuestro hijo y lo veremos con los ojos más abiertos, esto nos irá indicando que su cerebro está preparado para recibir más aprendizajes. Sin embargo, no olvidemos que las noches son largas y en ellas aún necesitan recibir señales de su entorno que confirmen que sigue rodeado de personas que lo cuidan, creando así una relación de seguridad.

El sueño del bebé cambia mes a mes de acuerdo con los avances en motricidad, crecimiento y alimentación. Al entender que es cambiante y que no se trata de algo que estamos haciendo mal, debemos evitar incluir ‘pócimas’ como bebidas cargadas para que el hambre no lo despierte o medicamentos para relajarlo, esto no le permitirá tener una noche tranquila.

Para nuestro hijo la tranquilidad se vive si los cuidadores avanzan a su ritmo.

El sueño del bebé

0 - 3 meses

Para ser conciliado el sueño del bebé necesita unos padres cercanos: La separación física es una situación confusa, mientras que las caricias, el sonido del corazón y la respiración de los cuidadores comunican calor y cercanía: sensaciones que los pequeños sienten como la expresión de nuestro amor y la seguridad.

4 - 7 meses

El sueño del bebé Un sueño inestable necesita unos padres flexibles: El sueño procesa las novedades del entorno, por ejemplo, el ingreso de la madre al trabajo, la alimentación complementaria y los avances motores. Es el momento para probar diferentes prácticas de conciliación, como el arrullo, el mecer o el baño nocturno, e identificar cuál de estas es la que el bebé más disfruta.

8 meses - 2 años

Un sueño con despertares necesita de unos padres atentos: El desarrollo del lenguaje, el caminar, el nacimiento de los dientes y el control de esfínteres, son aprendizajes de vida que el sueño deberá gestionar. Unos padres sensibles llevarán la calma y tranquilidad necesarias para volver a conciliar el sueño.

2 años - 6 años

En esta etapa, los niños pueden presentar un sueño inquieto y temeroso. Al inicio de la noche se pueden presentar los terrores nocturnos por factores como cansancio profundo del cuerpo. Si esto ocurre, debemos revisar sus responsabilidades del día y tratar de disminuirlas.

Pueden presentarse también pesadillas en la segunda parte de la noche, por cuenta de situaciones vividas en el día. Puedes conversar sobre el día que tuvieron, leer un cuento antes de dormir, coger su mano, darle unas caricias delicadas, hablarle con palabras suaves y por qué no, darle compañía durante la noche.

Será muy difícil consolar a un niño sin tocarlo, sin mecerlo y sin cantarle. A veces oímos estas prohibiciones y hacemos difícil lo sencillo. Justo nos prohibimos lo que funciona y nos perdemos momentos maravillosos que nunca volverán.

Tabla

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