Mientras avanzan los primeros días de crianza, vamos conociendo cuál es la secuencia de actividades que más disfruta nuestro bebé por ejemplo comer, dormir, jugar.

El sueño del bebé cambia mes a mes de acuerdo con los avances en motricidad, crecimiento y alimentación. Al entender que es cambiante y que no se trata de algo que estamos haciendo mal, debemos evitar incluir ‘pócimas’ como bebidas cargadas para que el hambre no lo despierte o medicamentos para relajarlo, esto no le permitirá tener una noche tranquila.

Durante el sueño el cerebro está produciendo las células para su desarrollo mental, físico y emocional. Es importante respetar los momentos de descanso para que los bebés puedan dormir el tiempo suficiente.

Mientras más crezcan, más confiados se sienten del mundo en el que viven, pero a veces, cuando no les salen las cosas, se frustran y se enojan mucho, por eso debemos seguir enseñándoles a reaccionar ante estas situaciones. Algunos pegan, empujan o muerden porque no se les ocurre otra cosa qué hacer. 

La mayoría de los niños pequeños son muy activos y tienen mucha energía. Un comportamiento enérgico es normal, habrá momentos del día en el que se manifieste más que en otros.

La niñez es el momento perfecto para fantasear, por eso hay miedos que resolvemos mientras crecemos y otros para los que necesitamos ayuda y más compañía.

El amor por aprender a estar con los demás nace de la relación con los más cercanos. Vincularnos de manera emocional asegura que los niños se abran a nuevos conocimientos y confíen en su autonomía para continuar la convivencia con otros.

¿Qué sentido tiene para un niño que le digan “pórtate bien”? ¿Qué es portarse bien? Transmitamos lo que esperamos de ellos en términos claros, positivos y flexibles.

La interacción con tu bebé, puede asimilarse a un hilo que al principio se encuentra enrollado, pero mes a mes y año a año se irá desenvolviendo mientras le posibilitas mayor autonomía.